Por Javier Mosquera
Un día como hoy, pero de hace ya 32 años, se llevó a cabo el último vuelo operativo de un Douglas DC-3/C-47 en la Fuerza Aérea Argentina. En efecto, el 28Dic90 pasaría a la historia como el retiro definitivo del SdA Douglas DC-3/C-47 de la Fuerza Aérea, luego de casi 50 años de servicio y con 55 ejemplares utilizados a lo largo de su carrera.
El honor en cuestión le correspondió a uno de los dos aparatos de dotación del Área Material Río IV (ARMACUAR), la unidad de mantenimiento mayor de la fuerza y que operaba el modelo desde 1965, cuando el C-47A-30-DK matrículado TC-28 (c/n 13783/25228) había pasado a integrar la dotación del entonces Taller Regional Río IV, en reemplazo del veterano Avro Lancaster B.1 (c/n G-11-21) convertido a transporte y matriculado TC-038.
A lo largo de 25 años de empleo del icónico “Decetres“, pasaron por la unidad cordobesa otros dos aparatos y al último de ellos le correspondería cerrar la exitosa historia de los Douglas, luego de haber cumplido infinidad de misiones a lo largo del territorio nacional y extendiendiendo sus operaciones a todo el continente americano; pero sobre todo, abriendo camino para la exploración de la Antártida Argentina. También LADE había sido apuntalada de manera fundamental por los DC-3, posibilitando llegar a lugares carentes de la infraestructura adecuada o en destinos que no permitían la operación económica de una linea aérea tradicional.
La última década había encontrado en dotación a “Los últimos Diez” realizando tareas de una pretendida segunda línea y protagonizaron el periodo final de servicio desde la lejana incorporación del primer aparato proveniente de Air France en 1943. Se trataba de los cargueros C-47 TC-20, 21, 27, 33, 34, 35 y 37 y los DC-3 configurados como transporte de pasajeros matriculados T-101, T-103 y T-104, los cuales tras la finalización el Conflicto por el Atlántico Sur comenzaron la última etapa de redistribución, concentrando la operación en la II Brigada Aérea (los TC-34, 35 y T-103), la V Brigada Aérea (TC-20, 33 y T-104), el Área Material Río IV (TC-21 y 37) y el Instituto Nacional de Aviación Civil (TC-27 y T-101).
Con el correr de los años, el desgaste del material y la no consideración de la remotorización ofrecida por Basler firmó la sentencia de los Douglas y afectó de manera notable la capacidad logística de las unidades mencionadas, que contaban con su propio elemento para atender las distintas necesidades de transporte de personal, carga y apoyo en despliegues.
Aquel 28 de Diciembre de 1990, la operación comenzó como uno de los habituales logísticos que la unidad de mantenimiento desarrollaba de manera semanal los dias jueves, pero postergada al dia siguiente por condiciones meteorológicas.
Para la misma se utilizó el HC-47A (c/n 20007) TC-37, el único en servicio de la Escuadrilla de Servicios en ese momento – el TC-21 había ingresado para inspección en Abril de ese año – al mando de la tripulación integrada por el Vcom Carlos Carvajal y el Cap Alberto Nieto, junto a los Suboficiales Castro y Ulscher.
El vuelo contempló el recorrido TRC-AEP-PAL-AEP-TRC y en esta última escala en el Aeroparque metropolitano se realizó el tradicional brindis de despedida, junto a un grupo de entusiastas que se “habían subido” a su llegada a AEP para tomar parte del salto hacia Palomar y regreso, en una práctica habitual por aquellas épocas.
Tras el despegue, el “37” realizó a pedido de la torre, un rasante sobre la pista 13 cerrando más de cuatro décadas de servicio del modelo. Al aterrizar en su base de operaciones, había alcanzado poco menos de 19.000 hs de vuelo, un numero bastante reducido para sus 46 años de servicio.
Si bien se había afirmado que los DC-3 y C-47 iban a ser reemplazados por F-27 nada de esto sucedió y desde entonces sus usuarios han perdido esa capacidad logistica que proporcionaban los veteranos bimotores.
El avión
El TC-37, veterano de las últimas campañas antárticas en las que participaron los C-47, había sido el también el último recibido desde proveedores externos y uno de los pocos recibidos de manera oficial provenientes de los EE.UU. y en el marco de los Programas de Asistencia Militar (MAP).
Con una larga carrera en su país de orígen el C-47A-85-DL c/n 20007 había sido entregado a la USAAF el 07Abr44 como 43-15541 y modificado en 1947 como C-47D. Sirvió en Europa durante varios años hasta que retornó a continente americano y fue convertido para tareas de busqueda y rescate con la designación SC-47A el 13Jul54. Puesto en depósito en Davis Monthan para 1961, su denominación pasó a HC-47A y luego de 5 años salió para su asignación al programa MAP el 18Oct65.
Recorrido y acondicionado para su operación en climas fríos fue transferido a la Fuerza Aérea Argentina con fecha 16May66, arribando al país en el mes de Julio y matriculado TA-07. Inicialmente asignado a la I Brigada Aérea, participó del Operativo Tierra de San Martín, planificado para abastecer a la Base Matienzo en territorio antártico.
A fines de ese año, fue asignado al recientemente creado Escuadrón Tareas Especiales con asiento en la entonces Base Aérea Militar Tandil el 26Dic67. Esta unidad concentró los medios utilizados en las expediciones antárticas y los de Busqueda y Salvamente. Dentro de dicha unidad, realizó varios despegues hacia el sur del pais, operando en el glaciar Upsala, lo que contribuyó a acrecentar la experiencia en las operaciones en climas extremos.
Con la incorporación de los C-130E y el establecimiento de la Base Vicecomodoro Marambio como puerta de acceso al Continente Blanco y que permitía la operación de aeronaves de mayor porte, la utilización de los Douglas finalizó y, a excepción del TA-05 con un merecido descanso en el Museo Nacional de Aeronáutica, los dos HC-47A pasaron a cumplir tareas de transporte de carga y asignados a otras unidades de la Fuerza Aérea, aunque retuvieron su matricula antártica por algun tiempo más. El TA-07 pasó a revistar en el Grupo Aéreo 7 de la VII Brigada Aérea y en para 1974 fue transferido al INAC, rematriculado como TC-37 (el segundo “37” de los Douglas, luego de la breve carrera del DC-3A T-37 C/n 4957 a principios de los 60) y permeneció con la unidad bonaerense hasta que se dicidió su transferencia al ARMACUAR el 20Sep85.
Con cada vez menos horas asignadas para la flota de DC-3/C-47, fue desprogramado transitoriamente en 1988, pero poco despues se inició su puesta en servicio para reemplazar al TC-21 que debía ingresar a inspección mayor.
Así y por las condiciones climaticas mencionadas, llegó a cumplir en solitario el último vuelo oficial del modelo (el día anterior habían volado los aparatos de la V BrAe), dando un merecido cierre a los aparatos que representaron durante décadas la columna vertebral del transporte en la Fuerza Aérea Argentina.
A pesar de algunos intentos de recuperarlo a condición de vuelo, la tarea no fue aprobada y el 37 descansa hoy como parte de la colección del Museo Tecnológico Aeroespacial con asiento en la unidad con la que finalizó su carrera operativa.