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Por Javier Mosquera

EL 24 de Diciembre de 1992 aterrizaban en Campo de Mayo, los dos primeros Grumman OV-1D Mohawk del Comando de Aviación del Ejército Argentino. Durante los siguientes dos años, un total de 23 aparatos de este modelo llegarían a integrar las filas de la Alfa Eco, significando un paso adelante en las capacidades del Ejército Argentino, dotándolo de un medio único en la región, especializado en la exploración y el reconocimiento táctico mediante el uso de sensores especializados en una plataforma única.

Tras casi 23 años de servicio en los que se vieron afectados por problemas de rotables (básicamente cartuchos de asiento y extintores), cambios de prioridades y falta de presupuesto, el cierre formal de la actividad de los Mohawk se materializó en 2015, cuando el último aparato realizó el último rodaje en la plataforma del aeródromo de Campo de Mayo durante la celebración por el Día de la Aviación de Ejército, tripulado por quien fuera el primer piloto del sistema Cnl (R) Carlos Spika y el T Cnl Guillermo Williams.

Cerrada la etapa, el Ejército Argentino negoció el intercambio de las últimas 9 células de dotación (otros 11 habían sido dados de baja en 1999) por tres Diamond DA-42 perteneciente a la empresa Mohawk Technologies, quien esperaba poner en vuelo a al menos 3 de los OV-1D del Ejército y así incrementar su propia flota de OV-1D, empleada fundamentalmente en contratos con el DoD y el US Army.

Los candidatos a continuar en vuelo eran los AE-039 (último aparato en servicio y recorrido precisamente bajo supervisión de Mohawk Tech) y los AE-020 y 026. Sin embargo, con los plazos de concreción del acuerdo extendiéndose por razones burocráticas y cambios de prioridades de su nuevo propietario, hicieron que la idea de poner en vuelo a alguna de estas células quedara en la nada.

Luego de permanecer algún tiempo a resguardo en las instalaciones de la disuelta unidad, la decisión de mover al aire libre a los aviones, alineándolos en una de las calles de rodaje del aeródromo terminó por degradar las células, haciendo poco rentable la recuperación.

Para 2018, Mohawk Technologies decidió recuperar únicamente motores y determinados componentes como los asientos eyectables, por lo cual se buscó el apoyo de una compañía local para realizar el desmontaje y envío de los mismos hacia Estados Unidos.

Una vez finalizados los trabajos de recuperación, debería procederse al retiro de las células – ya no propiedad del Ejército Argentino – del aeródromo, por lo cual se encargó la tarea a Integral Aircraft Solution, empresa local especializada en el corte y desguace de aeronaves.

De manera casi fortuita y habiéndose enterado el equipo de Avialatina de la situación, solicitó a su propietario formal, Paul Peffley, la donación de un avión para ser preservado en reconocimiento a su paso por la Aviación de Ejército.

Si bien es cierto que ya existía la decisión de preservar el AE-036 – último Mohawk salido de la línea de producción de Grumman – como parte de la colección del Museo de Aviación de Ejército, la idea era recuperar otro OV-1D para el patrimonio aeronáutico y que se sume a los otros aparatos del modelo preservados en distintos puntos del país.

Así, además del AE-030 (colocado en la localidad de Los Polvorines, Buenos Aires), los AE-032 y 035 en la Colección del Museo Interfuerzas Santa Romana (San Luis), el AE-021 en el Museo Histórico del Ejército (Ciudadela, Buenos Aires), el AE-037 en los jardines de la Compañía de Obtención Aérea (Campo de Mayo) y el AE-028 como material didáctico en la Escuela de Suboficiales del Ejército «Sargento Cabral» (Campo de Mayo, Buenos Aires) se pensó en conservar otro Mohawk en alguna otra institución. Por canales informales se consultó a la Secretaria General de la Fuerza Aérea Argentina, sobre el interés para recibir una célula como parte de la colección del Museo Nacional de Aeronáutica, ubicado en las instalaciones de la Base Aérea Militar “Moron”. La idea fue recibida con entusiasmo y aprobada para seguir adelante por lo cual se iniciaron las gestiones para materializar este hecho inédito mediante el cual el OV-1D sería la primer aeronave de la Aviación de Ejército (tras su recreación en 1956) exhibida en la colección (sin contar aeronaves como el Fw-44 o el Fairchild 82 que pertenecieran al Ejército Argentino antes que el Arma de Aviación pasara a convertirse en la Fuerza Aérea Argentina el 04Ene45). A través del representante en el país de Paul Peffley, Patricio Seidel, se dispusieron las acciones para conservar el AE-020, primera aeronave en arribar al país y que, además, llevara el esquema aplicado para el 10º aniversario de la operación del modelo en Argentina.

Mientras tanto el procedimiento para la disposición final del resto de las células comenzó a fines de Abril y los aparatos fueron movidos desde la calle de rodaje a la plataforma del B Ab Mant Aer 601 para proceder al desguace.

La actividad comenzó con el corte de los AE-033, AE-034 y el 029, los cuales se encontraban completamente desguazados para fines de May19. En todos los casos se decidió conservas las secciones de cabina, aunque lamentablemente en muchos casos se encontraban totalmente desprovistas de instrumentos y vandalizadas.

Continuó con el corte del AE-038 y finalmente se procedió al desguace de los AE-026 y 027 mientras que también se decidió conservar como monumento al último aparato en servicio (AE-039). El AE-025 también sobrevivió completo, en este caso almacenado en un depósito IAS en Cañuelas.

Sin embargo y a pesar de haberse arreglado el traslado del AE-020 al MNA por parte del Ejército y hasta el armado de los ejes para colocar las hélices (los motores deberían ser enviados a los EE.UU.) la tarea se dilató y al momento de escribirse esta nota, el OV-1D continuaba almacenado al aire libre, junto a los también dados de baja Fiat G-222 y Swearingen Merlin IVA.
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Con el desguace de los aviones se procedió a disponer también de una gran cantidad de repuestos que habían sido recibidos por parte del US Army durante los primeros años de operación.

También en el Aeródromo Militar de Campo de Mayo sobreviven (por así decirlo) cuatro de los OV-1D retirados del servicio en 1999. En un estado calamitoso y en un pequeño cementerio cercano al B Ab Mant Aer 601 se hallan los AE-023, 031, 040 y 042 totalmente desprovistos de cualquier parte útil.

Sin embargo, no todas son malas noticias y dos de las cabinas recuperadas han sido restauradas y completadas por el empresario Patricio Seidel y puestas en exhibición en su hangar en el Aeródromo de Gral. Rodríguez, junto a un CPT (Cockpit Procedure Trainer) de Lockheed F-80 y otros elementos que conforman un pequeño museo. Se tratan de los cockpits pertenecientes al AE-026 “Santa Milonguita” y del AE-029, este último con historia operativa durante la Guerra del Golfo.

A la espera de compradores, quedan las correspondientes al AE-027, AE-033, AE-034 y AE-038.
Otras partes han sobrevivido como trenes de aterrizaje, instrumentos, tanques auxiliares, hélices, equipos de tierra y algunos cortes conservados por coleccionistas privados.

Esperamos entonces que el AE-020 tenga el merecido descanso en el Museo Nacional de Aeronáutica, como símbolo de la Aviación de Ejército moderna.